Gracias a las habilidades que hemos aprendido asistiendo a las escuelas gratuitas (Talleres) sostenidas por la Operación Mato Grosso en la
cordillera de los Andes, los Artesanos Don Bosco Perú estamos especializados en numerosas artes.
Realizamos muebles, esculturas, adornos y artesanía en madera maciza, piedra, mármol, vidrio, metal y tejidos en lana.
Es nuestra primera especialización, nacimos como artesanos de la madera. Desde 1985 nosotros, Artesanos Don Bosco Perú, hemos creado paciente y meticulosamente piezas únicas en madera maciza que van desde muebles de arte contemporáneo hasta paneles tallados y esculturas de madera.
Nuestras obras cobran vida en el encuentro del estilo italiano y nuestra vena artística andina.
A nuestro primer grupo de artesanos de la madera se unió un nuevo grupo de jóvenes que, después de la escuela, se especializaron en el trabajo del mármol y el tallado de piedra.
Gracias a sus habilidades, se crean obras de mobiliario sacro y esculturas de mármol, verdaderas obras maestras.
Gracias al apoyo de varios artesanos del vidrio italianos que vinieron de Venecia, Florencia y Bolzano, se formó en Perú un grupo de jóvenes que producen y procesan vidrio.
Gracias a sus habilidades hacemos vitrales artísticos, fusión de vidrio y objetos de fusión de vidrio para el hogar.
Desde hace 8 años, un grupo de artesanos nos dedicamos a realizar mosaicos con esmaltes venecianos, vidrio y piedra.
Se han creado mosaicos para iglesias, restaurantes, casas: todas obras únicas basadas en proyectos propios.
Para crear verdaderas obras maestras, no podíamos dejar de lado el arte del trabajo de los metales. El repujado es una arte fina y delicada.
A lo largo de los años, hemos creado obras únicas que van desde esculturas en madera y piedra, vitrales, mosaicos y murales hasta el amoblado completo para iglesias y catedrales.
La iniciativa de la Papelera Don Bosco nace en Lima, en el verano del 2006, del encuentro casual de tres personas: Padre Samuele Fattini, párroco de S. María Auxiliadora en Nuevo Chimbote, que buscaba de encontrar una actividad económica para combatir la desocupación que aflige a los jóvenes de su Parroquia; Arturo Ballabio, que por muchos años labora en las misiones de la Operación Mato Grosso en Sudamérica y Angelo Moncini, que por 40 años fué un empresario dedicado al ámbito de la papelería.
